Esta noche
es una noche especial, hemos preparado una cena familiar para reconciliar a mi
marido Jean con su hermana Lena con quien lleva sin hablar desde que se casó con León su
esposo de hoy cuatro años que curiosamente coincide con nuestro aniversario de dos años de
casados.
Estoy en la
cocina preparando los últimos detalles de la cena pues el pollo está
gratinándose en el horno, todo en la mesa está dispuesto y queda dar los
últimos retoques al postre, un pastel de manzana delicioso.
Jean
se acerca por detrás y me empieza a masajear el culo por encima de los
pantalones me aprieta tan fuerte que incluso me duele a la vez que comienza a
excitarme, decido no hacerle mucho caso y sigo preparando la tarta, me giro muy
despacio hacia él, está tan excitado que noto el deseo en sus ojos,
me mira tan íntimamente que un escalofrío recorre todo mi ser. Me gira
bruscamente y yo allí de pie frente a él con una camiseta blanca y unos Levis gastados noto como me sonríe con esa sonrisa que no augura nada bueno y
con ojos de puro fuego de un momento a otro me masajea los pechos
hasta que nota como se erizan mis pezones bajo sus suaves caricias, le pido que
pare ya que su hermana y su marido están a punto de venir, pero a él
le da igual lo que le he dicho y continúa torturándome de una manera muy
sensual.
- Jean, para que van a venir tu hermana y León. Le dije intentándo ponerme seria pero no pude lograrlo pues me hizo reír.
- Cariño, todavía quedan unos veinte minutos para que vengan. Me dijo en un tono ronco y sexy.
Me agarra
bruscamente y me sienta sobre la encimera de la mesa apartando de un
manotazo todos los cacharros y se mete entre mis piernas al tiempo
que me quita el pantalón, me las abre ligeramente y hace que enrosque mis
piernas a su alrededor, me quedo allí sentada desnuda de cintura para abajo con
su boca a unos pocos centímetros de mi sexo, me mira fijamente a los ojos
mientras sus dedos recorren mi sexo con curiosidad rodeándolo muy lentamente y
haciendo de mi placer todo un tormento. Separa los labios de mi sexo y recorre
con la parte interna tan húmeda… tan caliente por él...hasta que llega a mi
clítoris… Con uno de sus dedos juega desde la parte más alta de mi
sexo masajeándolo lentamente y de repente sin aviso previo introduce dos
de sus dedos en mi interior y no puedo evitar soltar un gemido agudo de la
impresión y excitación.
Me acaricia
toda entera y sus manos se topan con el sujetador pero sus dedos hacen hueco y
se meten dentro, me sube el sujetador hasta arriba sin quitármelo y comienza de
nuevo a masajearme los pechos esta vez expuestos, hasta que noto como se
introduce uno en su boca y me muerde, es puro dolor que da paso al placer,
entonces hace lo mismo con el otro pezón mientras sigue introduciendo y sacando
sus dedos de mi interior. Se separa y me mira con una sonrisa muy sexy se
agacha y acercándose a mi sexo me da un lengüetazo, y después otro y otro… noto
su lengua en mi sexo, sus labios, quiere entrar tan profundo que
siento hasta su nariz y su barba dentro de mí... Sus brazos rodean mis caderas
apretándome con las manos con bastante rudeza y acercándome con brusquedad
hacia su boca. Y sin darme tiempo a pensar si quiera en algo hace que llegue al
clímax tan rápido que no puedo evitar gemir muy alto. Ahora es mi turno, me
bajo y le sonrío pícaramente. Me arrodillo ante él, y le bajo los
pantalones hasta el suelo, no puedo obviar la tremenda erección que pide a
gritos que la saque del boxer que también bajo al suelo encontrándose con el
pantalón y me la introduzco en la boca, empiezo a dar lengüetazos, lamo y
chupo…Noto como se excita cada vez más pues está comenzando a soltar pequeños
gruñidos ahogados. Lamo primero el capullo que está muy caliente, primero
la punta y luego sigo poco a poco haciendo círculos con la lengua lamiéndole
todo el contorno de la erección, haciendo que pase por el mismo tormento al que
me ha sometido él minutos antes y de pronto suena el timbre que ignoramos. Agarro la erección de Jean con mis dos manos y
me meto la punta de su polla en la boca mientras él sin control dirige mis
movimientos agarrándome por la cabeza, adelante y hacia atrás hasta el fondo de
mi garganta, gime y cuando sus gemidos se aceleran hago que mis movimientos se
ralenticen, es entonces cuando miro hacia arriba y está con los ojos
cerrados disfrutando y yo sigo hasta que ya no puede más y se corre dentro de
mi boca, yo la chupo y la chupo más y más… Vuelve a sonar el
timbre, nos miramos fijamente y sonreímos.
- Cariño, me parece que nuestros invitados acaban de llegar. Me dice Jean mientras me levanta del suelo y me besa apasionadamente.
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