Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2017

Gin & Nick 1.

GIN. Él me miraba con ardor, con verdadera pasión. Cálidos labios presionaron un beso en el muslo interior, un cosquilleo caliente se precipitó a través de todo mi cuerpo. La lengua firme de Nick trazó la carne en mi pierna donde encontró mi sexo, mis muslos temblaban con la sensación, luego me mordió en el interior del muslo izquierdo. Sólo un pequeño mordisco, pero me hizo saltar y envió una sacudida de placer a todo mi ser. - Sí... -Jadeé sin aliento, echando hacia atrás la cabeza y cerrando los ojos. Levanté las caderas y sentí el cabello sedoso de Nick rozar mi muslo cuando él se inclinó y movió la lengua sobre mí. Entonces lo hizo de nuevo, esta vez empujando con la ayuda de los dedos. Su lengua apretó otra vez, bastante firme para extender los músculos apretados, pero a la vez suave para no hacer daño. Nick permaneció allí jugando con la apertura virginal mientras sus dedos bombeaban mi sexo, su mano acariciando mi clítoris.  Un placentero temblor traspasó mi vient

Honeymoon 2.

Park alzó una mano y me deslizó dos dedos por el labio inferior. Estar allí de pie mientras aquel hombre me tocaba era la mejor idea del mundo. Evocaba sensaciones que nunca había experimentado, sensaciones que antes de conocerlo nunca lo había vivido con ningún otro hombre. Era la clase de hombre en el que una chica podía apoyarse y ahora estaban casados. Y además, me gustaban sus caricias y sus atenciones últimamente había cambiado y estaba más romántico, quizá sea por la boda o porque realmente quiere tratarme como una princesa como me dice muchas veces. Como si me hubiera adivinado el pensamiento, me deslizó la mano por el cuerpo con una intencionalidad que me hizo saber que ya no estaba en mi mundo. Sabía que Park deseaba ponerse encima mía y penetrarme, pero supongo que simplemente esperaba que fuese yo quién lo iniciase pues me estaba sonriendo a la vez que me miraba cual pintor mira un lienzo en blanco por primera vez. Le acaricié el pecho, el abdomen, la cadera, las nalgas

Honeymoon 1.

Por fin habíamos llegado a la habitación del hotel, y pensar que íbamos a tener una luna de miel perfecta… cuan equivocados estábamos, había sido todo un desastre desde que cogimos el avión hacia Boston hasta que llegamos al hotel. Primero habían vendido nuestros asientos y eso que volábamos en primera clase y lo teníamos reservado desde hacía meses, claro está que la compañía nos había pagado el viaje, nos daban gratuitamente la vuelta en business y también nos habían pagado toda la semana en el Accept´s Hotel*****, qué para que engañarnos, era mejor que el hotel de tres estrellas que teníamos contratado con todo incluido. Estábamos realmente cansados del vuelo, pero Park, siempre tenía un poco de energía guardada para estos momentos… Y por fin, éramos uno, exactamente desde hacía ocho horas y media.  El aspecto familiar de la suite nupcial era idóneo, el calor de fuego que caldea toda la estancia relaja la tensión del viaje. Me besa acariciándome despacio y nos dirigimos hacia la ca

Vuelo en Escala 2.

Llegamos al hotel y mientras subíamos a nuestras respetivas habitaciones no dejábamos de mirarnos a los ojos, de pronto y con una pausada sonrisa que hace estremecer todo mi cuerpo, me atrapa con sus manos y vamos cuesta abajo, nos besamos y abrazamos entre risas. Al entrar a la habitación, lo único que miramos es donde está la cama, a la porra todo lo demás. De inmediato siento sus manos que me desnudan y me acarician a la vez, mordiéndonos y besándonos mientras nos miramos, sacándole la camisa desabrochando su pantalón, notando sus manos bajo mi vestido, bajo mis bragas… manos rápidas que me excitan, que me hacen gemir, manos fuertes que me hacen vibrar como nunca antes me había pasado. Caemos sobre la cama desnudos, ansiosos, tocándonos, acariciándonos… cae sobre mi cuerpo y mis piernas enlazan su cintura, ahora no podemos contenernos y lo quiero dentro, su miembro se frota en mi sexo y me penetra de golpe haciéndome gemir, se mueve rápido dentro de mí, estoy completamente a su merc

Vuelo en escala 1.

Tras pensar largo y tendido por fin he decidido romper esta relación que se llevaba la mejor parte de mí, ésta relación que no llegaba a buen puerto y  desde el principio debí haberme dado cuenta de ello, aunque quizá siempre lo he sabido y no me he querido dar cuenta pues no dicen aquello de ¿ojos que no ven, corazón que no siente? Este último intento por salvar lo insalvable, más ahogado ya que el famoso barco del Titanic, pero estoy tranquila con mi decisión, empezar de nuevo me ilusiona aunque al mismo tiempo me llena de miedo e incertidumbre. Acabo de aterrizar en  Ålesund, la lluvia moja la pista de aterrizaje y en lugar de ver el paisaje me fijo en la figura de un hombre que pasa a mi lado. Recuerdos están en mi cabeza y quiero que se queden ahí para ser sincera, adaptándolos a mi manera, cogiendo lo bueno, desechando lo inservible, lo dañino, lo malo, lo tóxico en general vamos a ser realistas.  Resulta que mi vuelo ha tenido que hacer otra escala por el mal tiempo y tene

Limusina.

El viaje es largo y la noche de invierno se torna perezosa entre tus brazos.  Me buscas con las manos moviéndonos lentamente, descubriendo la ruta del deseo sobre la piel expuesta, explorándonos, besándonos ocultos tras el cristal tintado de la limusina. Subo la falda de tu vestido de novia acariciando tus piernas, rozando suavemente la liga de la pierna izquierda, apartando tus braguitas y avanzando en la cálida humedad de tu sexo. Tu cuerpo se estremece con cada caricia y respondes con un beso apasionado y muy intenso, con tus manos aferrando mi cabeza mirándome fijamente a los ojos sin pestañear apenas, con tu vientre apretando mi deseo que late poderosamente. Tus manos avanzan por mis costados, llegas al pantalón y lo desabrochas, liberas mi dura, acariciándola, tensándola en tus dedos. La llevas a tu sexo y frotas mi glande, empapándolo de ti…  Me gusta cuando te aferras a mi dureza cálida en tu mano, me acaricias recorriendo tu pulgar por la base de mi glande, esperando esa go

Farah 2.

Farah se movió hacia mi pecho y rodeó con la lengua cada uno de mis duros pezones mientras retocaba con las manos los músculos del otro lado. Entonces movió las manos lentamente por mis hombros, y dejó que la camisa se me deslizara por los brazos hasta terminar cayendo al suelo. Escalofríos me recorrieron la espina dorsal cuando noté sus uñas clavadas en mis abdominales hasta llegar a la cintura de mis vaqueros. Tiró de ellos, obligándome a acercarme más a ella, y luego sentí su mano acariciarme a través de la tela con la justa presión. -Farah… Fue todo lo que pude decir mientras intentaba desesperadamente no perder el control antes de haberle hecho el amor. Ella se quitó los zapatos a patadas y yo llevé las manos hasta el dobladillo de su vestido. Mi dedo pulgar acarició la piel desnuda de sus muslos color canela, pero ni de lejos aquello fue suficiente. Así que le levanté el vestido por encima de la cabeza para que se uniera a mi camisa en el suelo. Estaba impresionante con ese su