- Ahora nena, voy a darte tu verdadero regalo de Navidad. – Le susurró Sam.
- ¿Qué es?- Le preguntó Brandy.
- Una larga follada de Navidad Bran.
Sam no podía esperar ni un segundo más, y no podía moverse lentamente por más tiempo, tampoco. Cada momento que pasaba que no estaba enterrado en su interior se estaba convirtiendo en agonía. Levantándose de su sillón, alcanzó el otro sillón en tan sólo unos pocos pasos y, posicionándose entre sus muslos, miró hacia abajo. Su hermoso sexo le hacía señas, separado para él como un mar de color rosa. Sus labios interiores seguían desplegados por el vibrador, su pasaje una oscura abertura que necesitaba ser llenada con cada pulgada de su dura y ardiente erección. Sin más dilación, empujó su polla profundamente en su interior. Deslizando sus manos hacia arriba por el vestido, cerró los dedos sobre sus amplios pechos, moldeándolos a través del suave tejido. Todavía follándola, bajó su boca completamente sobre el pecho al descubierto, succionándolo con tanto entusiasmo como ella había hecho con su erección. Ella jadeó, gimió y agarró su pelo entre sus dedos para retenerlo allí mientras arqueaba su pecho, forzando más de su suave seno dentro de su boca. Él continuó hundiendo en su interior. La folló largo, duro y profundo, como había prometido.
Bran gritó ante todos y cada uno de los empujes, sintiendo como si su sexo pudiese estallar en cualquier momento. Sam la penetraba una y otra vez, cada vez más y más fuerte que la anterior embestida llenándola más allá de toda comprensión. Y justo cuando estaba empezando a preguntarse cuánto tiempo más sería capaz de soportar aquello, Sam sacó su duro eje fuera de ella.
Un orgasmo tremendo como ninguno que jamás hubiera conocido rugió a través del suyo propio, interrumpiendo sus palabras con un tremendo gemido. Dejó escapar feroces gritos con cada duro pulso de un clímax que fue tan fuerte, tan intenso y extraño, que era casi doloroso aún cuando le entregaba el máximo placer jamás entregado a ningún otro hombre.
- Feliz Navidad dulzura. Le dijo Sam dándole un beso largo y apasionado.
- Feliz Navidad amor. Le respondió Brandy con todo su amor.
- ¿Qué es?- Le preguntó Brandy.
- Una larga follada de Navidad Bran.
Sam no podía esperar ni un segundo más, y no podía moverse lentamente por más tiempo, tampoco. Cada momento que pasaba que no estaba enterrado en su interior se estaba convirtiendo en agonía. Levantándose de su sillón, alcanzó el otro sillón en tan sólo unos pocos pasos y, posicionándose entre sus muslos, miró hacia abajo. Su hermoso sexo le hacía señas, separado para él como un mar de color rosa. Sus labios interiores seguían desplegados por el vibrador, su pasaje una oscura abertura que necesitaba ser llenada con cada pulgada de su dura y ardiente erección. Sin más dilación, empujó su polla profundamente en su interior. Deslizando sus manos hacia arriba por el vestido, cerró los dedos sobre sus amplios pechos, moldeándolos a través del suave tejido. Todavía follándola, bajó su boca completamente sobre el pecho al descubierto, succionándolo con tanto entusiasmo como ella había hecho con su erección. Ella jadeó, gimió y agarró su pelo entre sus dedos para retenerlo allí mientras arqueaba su pecho, forzando más de su suave seno dentro de su boca. Él continuó hundiendo en su interior. La folló largo, duro y profundo, como había prometido.
Bran gritó ante todos y cada uno de los empujes, sintiendo como si su sexo pudiese estallar en cualquier momento. Sam la penetraba una y otra vez, cada vez más y más fuerte que la anterior embestida llenándola más allá de toda comprensión. Y justo cuando estaba empezando a preguntarse cuánto tiempo más sería capaz de soportar aquello, Sam sacó su duro eje fuera de ella.
Un orgasmo tremendo como ninguno que jamás hubiera conocido rugió a través del suyo propio, interrumpiendo sus palabras con un tremendo gemido. Dejó escapar feroces gritos con cada duro pulso de un clímax que fue tan fuerte, tan intenso y extraño, que era casi doloroso aún cuando le entregaba el máximo placer jamás entregado a ningún otro hombre.
- Feliz Navidad dulzura. Le dijo Sam dándole un beso largo y apasionado.
- Feliz Navidad amor. Le respondió Brandy con todo su amor.