Ir al contenido principal

Sueño.

Dicen que los sueños son la expresión del subconsciente, es decir lo que realmente pensamos o deseamos hacer y no nos atrevemos a exteriorizar.  Casi todas las noches últimamente sueño que estoy acostada desnuda en una mesa grande rectangular, en medio de un salón muy grande el cual está vacío excepto por la mesa. Estoy tumbada boca arriba con los brazos y las piernas completamente abiertas. Y miro a mi alrededor, para mi asombro hay varios consoladores de diferentes tamaños y distintas formas. De pronto se abren unas puertas que están delante de mí, son completamente negras y muy grandes de ellas aparecen cuatro hombres, altos y fuertes. Todos están vestidos de arriba abajo completamente de cuero y látex negro. Sus caras están cubiertas por unas máscaras que solo deja ver sus ojos y tienen sus grandes erecciones  asomándoles por fuera de los pantalones, me quedo anonadada pues todos ellos vienen masturbándose y las tienen enormes. Uno de los cuatro hombres, que parece el líder, da una señal y los hombres se forman alrededor de la mesa y los tres restantes se suben a la mesa y me ponen sus penes cerca de la boca y en las manos. Yo las chupo y masturbo durante un buen rato. El hombre al mando el único pelirrojo hace una nueva señal  con lo que creo que me señala a mí para que haga algo...y yo empiezo a masturbarme. En ningún momento me había tocado. Empiezo con mis dedos acariciando mis pechos... Me los meto a la boca y los lleno con mi saliva, vuelvo a pasarlos por mis pezones completamente duros mientras una de mis manos se dirige a mi sexo ya húmedo. Apoyo los pies en la mesa y abro bien las piernas... Mis caderas suben para que los hombres vean como brilla mi sexo completamente depilado y lleno de mis jugos. Me pellizco fuerte uno de mis pezones y gimo de placer al tiempo que me invade un calor por todo el cuerpo. Ninguno de los hombres deja de mirarme. Meto de nuevo mis dedos en mi boca y los chupo, como si de nuevo estuviera chupando una de las vergas que tengo enfrente. Tomo uno de los consoladores y me lo meto en la boca. Lo chupo como antes chupé las erecciones de mis hombres. Agarrándolo por los testículos de goma, me lo meto hasta abajo, hasta mi garganta, luego lo saco y le escupo la punta. Empiezo a metérmelo sintiendo primero su frío, luego su dureza. Le doy al botón y vibra dentro de mí. Ello hace que tenga mi primer orgasmo. Despacio siento como va abriéndose camino entre mis tripas. Grito como una loca y para callarme, el pelirrojo introduce por primera vez su erección en mi boca. Me sorprendo al principio y doy un respingo pues ya me había olvidado de que aquellos hombres estuvieran ahí, y era la primera vez que el pelirrojo hacia algo aparte de mandar, era tremenda, la tenía muy grande y completamente dura. Pero no por eso pierdo el tiempo y comienzo a chupársela como había hecho minutos antes con sus compañeros. Separó mis piernas  colocándose detrás de mí y puso su polla apuntando hacia mi interior mientras sus manos se posaban en mi cintura, me agarró con firmeza justo unos segundos antes de, sin dudarlo un segundo más, metérmela por completo de una sola y única embestida. Un fuerte grito de placer salió impulsado desde mis pulmones al exterior, casi simultáneamente al que experimentó el pelirrojo. Al escuchar mi gemido comenzó a moverse con intensidad, metiéndomela cada vez más adentro, al tiempo que iba acelerando más y más la velocidad de sus embestidas. Nuestros gemidos se entrelazaban en ritmo e intensidad, que cada vez iba aumentando más progresivamente cuanto más iba metiéndomela.Pero entonces, tras habérmela metido completamente se detuvo por unos segundos que me parecieron eternos. Ambos jadeábamos como animales y de repente sonó el despertador.








Entradas populares de este blog

Vuelo en Escala 2.

Llegamos al hotel y mientras subíamos a nuestras respetivas habitaciones no dejábamos de mirarnos a los ojos, de pronto y con una pausada sonrisa que hace estremecer todo mi cuerpo, me atrapa con sus manos y vamos cuesta abajo, nos besamos y abrazamos entre risas. Al entrar a la habitación, lo único que miramos es donde está la cama, a la porra todo lo demás. De inmediato siento sus manos que me desnudan y me acarician a la vez, mordiéndonos y besándonos mientras nos miramos, sacándole la camisa desabrochando su pantalón, notando sus manos bajo mi vestido, bajo mis bragas… manos rápidas que me excitan, que me hacen gemir, manos fuertes que me hacen vibrar como nunca antes me había pasado. Caemos sobre la cama desnudos, ansiosos, tocándonos, acariciándonos… cae sobre mi cuerpo y mis piernas enlazan su cintura, ahora no podemos contenernos y lo quiero dentro, su miembro se frota en mi sexo y me penetra de golpe haciéndome gemir, se mueve rápido dentro de mí, estoy completamente a su merc...

Return 2.

Hablaron por todo lo que habían pasado ambos, sobre las relaciones que había tenido Iron y Tere no quedó muy conforme. De repente él le agarra de la mano y acercándola la besó.  - Confía en mí, ninguna de ellas podía compararse contigo Tere. -respondió con sinceridad, su voz ronca y una profunda resonancia para sus propios oídos.  Tere se lamió los labios, retirando la mano de su boca. Ella se inclinó y apretó la boca a la suya. Era como un arma de fuego en el cuerpo de Iron. El entrelazó sus brazos, su mano se deslizo bajo el cabello de su cuello. Iron inclinó su boca sobre la suya con un gruñido hambriento, salvaje. Ella gemía desde la parte baja de la garganta y separó los labios para él. Probó calor y dulzura contra de su lengua. Iron la quería sin ropa, quería su piel desnuda en sus manos y frotarla contra él. Quería que sus piernas se separaran, su enorme verga dentro de ella y sus gemidos y suspiros resonando en sus oídos. Por el momento, era todo lo que podía pen...

Universe 2.

 Y ahí está esperándome de nuevo.. qué ganas de besarle y nos fundimos de nuevo en un abrazo que sólo él sabe dar. Porque sé que en el momento menos pensado sentiré tu clavada fuerte y eso es lo que más deseo que me tomes así, que entres en mí de golpe sentir que no hay nada y que de pronto estoy llena de ti. Siento tus manos apretándome, frotándome, tus dedos entran en mi sexo y mis manos se clavan en tus muslos apoyándome en ellos, cabalgando sobre ti, sintiendo en mi nuca tu aliento y tus mordiscos. Cada vez me frotas más fuerte y quiero explotar esta primera vez rápido, desde que hemos entrado en la habitación no ha cesado ese hormigueo y tengo urgencia de sentirlo, de mojar tus dedos, de correrme sintiendo tu respiración en mi oído. Mi cuerpo se retuerce, se balancea hacia delante para acabar con mi espalda pegada a tu pecho intentando recobrar la respiración, algo que resulta muy difícil porque lejos de pararte sigues clavándote con ansia dentro de mi sexo, sólo que has aprov...