Ir al contenido principal

Bike 1.

Subía con una gran facilidad la enorme cuesta, nuevamente parecía que flotara en el aire. Pedaleé como si llevara al demonio persiguiéndome, no podía ni quería mirar para atrás, nunca me ha gustado ver quien viene siguiéndome. Consigo avanzar bastante para llegar a la mitad del recorrido tranquilo y  así disfrutar realmente de las vistas. 

Otra enorme cuesta empinada, la dureza del terreno no me permitía avanzar o suficientemente deprisa como a mí me gustaría, aquellos instantes fueron para mí interminables. Por fin, llegando al final de la última rampa, aprovechando la curva a la izquierda que felizmente indica el final del sufrimiento. Dado que el terreno deja ya de empinarse, comencé a pedalear lo más rápido que mis cansadas piernas me permitían, pues casi 136 kilómetros con caminos pedregosos y cuestas interminables acababan a uno dejándolo hecho polvo.  

Me quedaba poco para llegar a la meta, en la última curva, poco a poco la niebla había empezado a desaparecer. Ahora sí,  puse el plato mediano o puede que incluso el grande. La rampa ya no tenía ni de lejos el desnivel del principio que tanto me había costado subir, ya en la bajada, antes de cruzar la meta, sintiéndome seguro y para convencerme de que no venía nadie, me paré unos instantes y miré hacia atrás, nadie. Crucé la meta y acabé el primero, como en los últimos siete años. 

Otra carrera más, otra victoria, otro logro, como queráis llamarlo. Pero sigo sin ella.

Quiero tanto a Hannah tanto... quizás la quiero demasiado, y demasiado tarde me di cuenta de ello.  Es cierto que soy tan apasionado con ella que a veces perdía el control. Era culpa de ella, pensé, claramente es culpa suya. Siempre me presionaba, siempre estaba tentándome para probar cosas nuevas, es como si en el fondo a ella también le gustasen pero nunca acababa por decirlo abiertamente.

Sé que puede sonar muy a película, pero no puedo vivir sin Hannah, y me sentía realmente mal cada vez que terminaba una carrera y no la veía en la línea de meta esperándome. Con esos ojos marrones brillando, aplaudiéndome con ímpetu y gran entusiasmo, como la primera vez que un niño va a un circo, con esa  misma ilusión en el rostro.

Todo lo que necesitaba era hablar con ella, decirle que la quiero y disculparme, haberme comportado como un verdadero cretino. Entonces ella volvería conmigo y todo volvería a ser como era antes.



Pero primero tenía que encontrarla.


Comentarios

  1. Este relato hasta ahora para mí ha sido el mejor, no porque no me gusten los demás sino porque prefiero trama a acción y este relato desde luego la tiene. No solo es completamente diferente a los otros, sino que plasma también las emociones que duele. Además, no esperaba ver a un protagonista masculino y eso es muy bueno porque no lo vi venir y me pillo completamente desprevenido.

    Otra cosa que veo es que te gustan los títulos simples pero simbólicos para el relato, directos al grano, a la esencia misma del relato. Me alegro de que haya una segunda parte, espero que el chaval consiga arreglarlo con Hannah :)

    ResponderEliminar
  2. Buena opinión Antonio, me gusta que mis Rinconeros hablen y plasmen por escrito lo que piensan de verdad. Claro que hay personajes masculinos como protagonistas, lo único que no suelo incluirlos a menudo, pero habrá más.

    Pienso que no hay por qué pensar mucho en un título ni enrollarse mucho para crear algo. Simplemente fluye de ti conforme vas imaginando, avanzando en la historia, personajes, escenario...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Intense

Lo necesitábamos, ese nivel de intimidad, antes de la separación. El dulce y suave tacto de sus labios sobre mi piel hizo que se me erizase el vello sentir sus dedos en mi cuerpo quemaba lentamente a medida que intensificaba las caricias. Anhelándolo para que me abriera y se arrastrara dentro de mí. Su aliento era cálido contra mi cuello mientras me arrancaba la ropa interior exponiéndome al húmedo y sofocante aire que nos rodeaba. Fue algo muy primitivo, la forma en que me agarraba y me miraba. Me tensé al instante cuando su mano recorrió mi muslo interno, mi respiración se convirtió en un largo suspiro.  Temblaba ante su contacto mientras se guiaba hasta lo más profundo de mí ser, en un instante me había rendido completamente a él, como siempre había hecho, como siempre iba a hacer. En un intenso forcejeo, sin dejar de poseer mi boca, me hizo tambalearme hacia atrás y entonces me reclamó. Mi cuerpo se tensó alrededor del suyo mientras pedía una liberación que pudiese eliminar...

Vuelo en Escala 2.

Llegamos al hotel y mientras subíamos a nuestras respetivas habitaciones no dejábamos de mirarnos a los ojos, de pronto y con una pausada sonrisa que hace estremecer todo mi cuerpo, me atrapa con sus manos y vamos cuesta abajo, nos besamos y abrazamos entre risas. Al entrar a la habitación, lo único que miramos es donde está la cama, a la porra todo lo demás. De inmediato siento sus manos que me desnudan y me acarician a la vez, mordiéndonos y besándonos mientras nos miramos, sacándole la camisa desabrochando su pantalón, notando sus manos bajo mi vestido, bajo mis bragas… manos rápidas que me excitan, que me hacen gemir, manos fuertes que me hacen vibrar como nunca antes me había pasado. Caemos sobre la cama desnudos, ansiosos, tocándonos, acariciándonos… cae sobre mi cuerpo y mis piernas enlazan su cintura, ahora no podemos contenernos y lo quiero dentro, su miembro se frota en mi sexo y me penetra de golpe haciéndome gemir, se mueve rápido dentro de mí, estoy completamente a su merc...

Gin & Nick 2.

GIN. Tuve que aguantar el aliento cuando él presiono ahí, mis músculos pulsaron ante una fresca ola de calor, humedeciéndome aún más. Levanté las caderas tratando de coaccionarlo a ir más profundo. Pero él saco su pene y un gemido de protesta salió de mi interior. Nick empujó hacia arriba, balanceándose sobre sus rodillas y un brazo. Abrí los ojos para mirarlo como tomaba su pene, y me volvía a atormentar pasando la cabeza de su miembro por mi pelvis. Su sonrisa era malévola y sexi. Su pene, resbaladizo y húmedo, casi se deslizó hasta el fondo.  - Nick… No tuve que pedirlo dos veces. Un sólido empuje y su rígido miembro se condujo profundo dentro de mi sexo, llenándome rápido, robándome el aliento. Abrí mi boca para gritar, pero ningún sonido salió, medio latido después mis pulmones jadearon en busca de aire, parecía que se me había olvidado hasta como respirar. Nick me sostuvo detrás de sus rodillas, presionando mis piernas hacia atrás. Esa posición colocaba mi sexo haci...