Ir al contenido principal

Limusina.

El viaje es largo y la noche de invierno se torna perezosa entre tus brazos.  Me buscas con las manos moviéndonos lentamente, descubriendo la ruta del deseo sobre la piel expuesta, explorándonos, besándonos ocultos tras el cristal tintado de la limusina. Subo la falda de tu vestido de novia acariciando tus piernas, rozando suavemente la liga de la pierna izquierda, apartando tus braguitas y avanzando en la cálida humedad de tu sexo. Tu cuerpo se estremece con cada caricia y respondes con un beso apasionado y muy intenso, con tus manos aferrando mi cabeza mirándome fijamente a los ojos sin pestañear apenas, con tu vientre apretando mi deseo que late poderosamente. Tus manos avanzan por mis costados, llegas al pantalón y lo desabrochas, liberas mi dura, acariciándola, tensándola en tus dedos. La llevas a tu sexo y frotas mi glande, empapándolo de ti… 


Me gusta cuando te aferras a mi dureza cálida en tu mano, me acaricias recorriendo tu pulgar por la base de mi glande, esperando esa gotita que hace que tu dedo corazón resbale mientras mis labios te muerden y mi lengua entra ávida en tu boca. 


La acercas a tus labios y la hundes despacio, profunda, tragándola en el calor de tu garganta, apretándola con fuerza, enroscándola con la lengua y succionando mientras muevo tu cabeza arriba y abajo con mi miembro dentro, la saco y repito ese movimiento con mi mano, apretándola fuerte, quiero sentirla enrojecida y dura, tensa, preparada para entrarte en cualquier momento. 


De repente paras, me miras sonriendo como una niña que no ha roto un plato en su vida y en verdad lleva ya unas cuantas vajillas y te sientas a horcajadas sobre mí, agarrando mi miembro y llevándolo a tu húmeda cavidad, te frotas con ella gimiendo entre tus labios y es cuando exploto. Te miro y en ese momento empujas fuerte elevando tu vientre, entrando en mí, clavándote muy fuerte, mantengo tus nalgas abiertas, y hundo mi glande empalándote, haciéndote gritar, pero me abalanzo hacia tu boca callando los gritos con mi lengua. Empezamos entonces un baile, como el primero de nuestra boda, empiezo a empujar con fuerza mientras con la otra mano no dejo de acariciar tu clítoris, me dices al oído que quieres que me corra y mientras siento tus manos clavadas en mis caderas a la vez que te penetro salvajemente y sigo frotándote cada vez más rápido, explotas.


Siento que te corres sobre mi sexo, gimiendo estremecida, aunque intentando no gritar demasiado y eso, me excita hasta el delirio, buscando tus pechos con la boca, mordiendo tus pezones duros, gimiendo más allá de lo razonable y quedo aplastado por tu cuerpo en ese tremendo frenazo que pega la limusina, haciendo el final del trayecto hacia el aeropuerto.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Vuelo en Escala 2.

Llegamos al hotel y mientras subíamos a nuestras respetivas habitaciones no dejábamos de mirarnos a los ojos, de pronto y con una pausada sonrisa que hace estremecer todo mi cuerpo, me atrapa con sus manos y vamos cuesta abajo, nos besamos y abrazamos entre risas. Al entrar a la habitación, lo único que miramos es donde está la cama, a la porra todo lo demás. De inmediato siento sus manos que me desnudan y me acarician a la vez, mordiéndonos y besándonos mientras nos miramos, sacándole la camisa desabrochando su pantalón, notando sus manos bajo mi vestido, bajo mis bragas… manos rápidas que me excitan, que me hacen gemir, manos fuertes que me hacen vibrar como nunca antes me había pasado. Caemos sobre la cama desnudos, ansiosos, tocándonos, acariciándonos… cae sobre mi cuerpo y mis piernas enlazan su cintura, ahora no podemos contenernos y lo quiero dentro, su miembro se frota en mi sexo y me penetra de golpe haciéndome gemir, se mueve rápido dentro de mí, estoy completamente a su merc...

Return 2.

Hablaron por todo lo que habían pasado ambos, sobre las relaciones que había tenido Iron y Tere no quedó muy conforme. De repente él le agarra de la mano y acercándola la besó.  - Confía en mí, ninguna de ellas podía compararse contigo Tere. -respondió con sinceridad, su voz ronca y una profunda resonancia para sus propios oídos.  Tere se lamió los labios, retirando la mano de su boca. Ella se inclinó y apretó la boca a la suya. Era como un arma de fuego en el cuerpo de Iron. El entrelazó sus brazos, su mano se deslizo bajo el cabello de su cuello. Iron inclinó su boca sobre la suya con un gruñido hambriento, salvaje. Ella gemía desde la parte baja de la garganta y separó los labios para él. Probó calor y dulzura contra de su lengua. Iron la quería sin ropa, quería su piel desnuda en sus manos y frotarla contra él. Quería que sus piernas se separaran, su enorme verga dentro de ella y sus gemidos y suspiros resonando en sus oídos. Por el momento, era todo lo que podía pen...

Universe 2.

 Y ahí está esperándome de nuevo.. qué ganas de besarle y nos fundimos de nuevo en un abrazo que sólo él sabe dar. Porque sé que en el momento menos pensado sentiré tu clavada fuerte y eso es lo que más deseo que me tomes así, que entres en mí de golpe sentir que no hay nada y que de pronto estoy llena de ti. Siento tus manos apretándome, frotándome, tus dedos entran en mi sexo y mis manos se clavan en tus muslos apoyándome en ellos, cabalgando sobre ti, sintiendo en mi nuca tu aliento y tus mordiscos. Cada vez me frotas más fuerte y quiero explotar esta primera vez rápido, desde que hemos entrado en la habitación no ha cesado ese hormigueo y tengo urgencia de sentirlo, de mojar tus dedos, de correrme sintiendo tu respiración en mi oído. Mi cuerpo se retuerce, se balancea hacia delante para acabar con mi espalda pegada a tu pecho intentando recobrar la respiración, algo que resulta muy difícil porque lejos de pararte sigues clavándote con ansia dentro de mi sexo, sólo que has aprov...