Ir al contenido principal

Rob 1.

Mientras me desnudaba, yo desabotoné sus pantalones decididamente y cuando terminé de bajarlos, acaricié los testículos y entonces vi el erecto pene que parecía estar a punto de explotar atrapados en el bóxer. De reojo pude ver que el bóxer azul claro marcaba al pene y los testículos con una silueta fuertemente definida, como una bomba, como si aquello fuese a explotar de un momento a otro. Con las manos temblorosas como la noche anterior, recorrí desde los testículos hasta el glande y noté que la tela del bóxer estaba muy apretada y mojada por el líquido seminal que derramaba en esos momentos de excitación. No esperé demasiado para deslizarlo hacia abajo y liberar el sexo. Mis manos acariciaron el escroto y pude notar unos testículos grandes y una piel realmente suave. Me gustaba que Rob se depilase, dejando apenas una mata de pelo rodeando al pene. Me excité. No me importaba algo de pelo, pero me gustaba que los hombres no fueran descuidados en ese aspecto, tampoco quería un “oso pelón” joder. Rob, mientras tanto, me estaba chupando el pezón derecho. Lo tenía dentro de mi boca y la succión era tan fuerte, que podía sentir como el pezón erecto le tiraba mezclando una sensación suave de presión y dolor con la excitación que la mamada le producía. Él no dejaba de acariciarme. Mis manos deslizaban por el pecho varonil. Su cuerpo, con apenas algunos vellos, me resultaba cada vez más fascinante. Cuando él dejó de chuparme ambos pechos, estaban rojos y erguidos, ya ambos estábamos desnudos. No pude aguantar más, me arrodillé y sin ningún preámbulo me metí su miembro en mi boca. La sensación de sentir el pene con su lengua mientras apretaba el tronco con sus labios, me excitó demasiado, era grande, muy grande y suave. El reaccionó tomando mi cabeza entre sus manos, al tiempo que me agarraba de la coleta. No presionó mi cabeza y agradecí ese gesto. Pude jugar mordisqueando el glande, recorriendo con la lengua la cabeza. Llevaba su pene bien adentro y los labios se apretaban contra el tronco del miembro cada vez más ancho, más largo, más duro. Sacaba el pene de mi boca y lo lamía lentamente, llenándolo por completo de saliva. Como estaba depilado, podía pasar la lengua por el escroto jugando con los testículos que iban de un lado al otro mientras los lamía con la lengua. Mientras tenía la gran erección en mi boca y cuando deslizaba la lengua por la punta, pude sentir como salían unas gotas de líquido caliente. No es leche, pensé agradecida porque aún quería tener más juego previo antes de terminar. Quería que Rob me metiera la lengua en mi sexo, como la otra noche, y los dedos, para disfrutar del sexo por completo. Rob gruñó me tomó por la cabeza y tirando suavemente, me dio a entender que debía levantarme. Con un empujón algo brusco, hizo que me sentara sobre el escritorio de la oficina con las piernas bien abiertas, tirando todo al suelo, me hizo sentarme muy cerca del borde. Puse los pies en dos sillas para que pudiera apoyarse cómodamente, y entonces él se arrodilló acercó su boca a la entrepierna, en donde se podían ver los labios menores rojos y turgentes. Sin más preámbulo, Rob sumergió su boca en mi sexo, y separando los labios menores con la lengua, la introdujo profundamente en el orificio vaginal, disfrutando cada gota del dulce flujo que se apresuraba a tragar, entrando y saliendo, joder, ¿Cómo podía hacer esas cosas? 


Cada vez me excitaba más, no pude evitar un estremecimiento de excitación, y llevando las manos hacia abajo, tomé la cabeza de Rob mientras movía la cadera. Esto hizo que el me mirase, tenía la mirada hambrienta, deseosa, me sonrió, y volvió a centrarse en el asunto, concentró la lengua de nuevo en el agujero, mientras sus manos acariciaban los muslos siguiendo la piel y apretando la carne firmemente atrayéndome contra él. Me estremecí sintiendo cómo un fuego interior me recorría las entrañas, mientras la lengua de él se metía una y otra vez, al tiempo que me introducía dos dedos. Había cerrado los ojos para disfrutar de las sensaciones pero cada vez que cerraba los ojos fuera poco tiempo o mucho, él me daba un azote bien fuerte diciendo que lo tenía que mirar en todo momento, no quería perderse ni un solo movimiento de mi cara. En un momento de relajación, llegué al clímax y la reacción de Rob, fue soltar un gemido al tiempo que me lamía con intensidad. 


Una sensación irresistible que me abrasaba las entrañas, terminó ganando su pelvis y le ocasionó una intensa contracción. En ese momento, quise apartarme, pero Rob me agarró fuertemente de los mulos apretando mi vagina contra su boca, mientras una sensación de irrealidad me nublaba la mente, explotando en mi cabeza. Fui consciente de que había experimentado el primer orgasmo de la noche. Lo quería dentro. Quería su cuerpo encima del mío, quería estar llena de aquel  miembro.




Comentarios

Entradas populares de este blog

In the forest.

Así que como mis habilidades de comunicación verbal habían dejado claramente de funcionar, hice todo lo que pude para expresar mis sentimientos a través de otros medios. Lo besé como nunca lo hube besado antes. Todo lo demás dejó de existir: la tormenta, el hecho de que eran las cuatro de la mañana, el frío que sentía... Khalid nos giró hasta estar retorciéndome debajo de él, haciendo todo lo que podía por acercarme más y más a él. Al sentir mi desesperación, enganchó mi pierna desnuda a su cadera. La empapada tela de sus vaqueros presionaba justo contra mi sexo y gemí contra su boca. Él siempre sabía lo que necesitaba. Mis manos deambularon por su pecho desnudo, sus hombros musculosos, cada centímetro de piel que tocaba estaba mojado y resbaladizo. Lo rodeé con la otra pierna para mantenerlo presionado contra mí. Khalid me agarró el culo con una mano y movió sus caderas; su beso se volvió pasional y exigente. El dulce y suave taco de sus labios hizo que se me erizase el vello, sentir ...

Completely yours.

-Nunca he hecho esto antes… -respondí un poco asustada. -No, ya lo sé Trisa. Así que si te hago daño o te molesta o no te gusta, necesito que me lo digas. ¿Vale? Para parar en el acto. -me dijo Ceran intentando tranquilizarme. Sentí cómo poco a poco ejercía más presión conforme fue moviéndose hacia dentro. Y luego, con un movimiento rápido, me penetró. Ahogué un grito ante la sensación, me tensé, contuve la respiración y las lágrimas se me acumularon en los ojos sin darme cuenta, quería que saliese de mi interior pero, me quedé quieta y cerré los ojos, dispuesta a no moverme ante tal sensación. -Respira, Trisa. Joder, tienes que respirar, que si no te vas a morir, mujer. ¿Te hago daño? ¿Quieres que lo dejemos?  La voz dubitativa de Ceran me hizo relajarme, mientras sus manos me acariciaban el cuerpo con cariño y depositaba pequeños besos en mi espalda. Tenía razón, una vez que intenté relajarme, el dolor punzante empezó poco a poco a desaparecer.  -Sigue Ceran, ...

Intense

Lo necesitábamos, ese nivel de intimidad, antes de la separación. El dulce y suave tacto de sus labios sobre mi piel hizo que se me erizase el vello sentir sus dedos en mi cuerpo quemaba lentamente a medida que intensificaba las caricias. Anhelándolo para que me abriera y se arrastrara dentro de mí. Su aliento era cálido contra mi cuello mientras me arrancaba la ropa interior exponiéndome al húmedo y sofocante aire que nos rodeaba. Fue algo muy primitivo, la forma en que me agarraba y me miraba. Me tensé al instante cuando su mano recorrió mi muslo interno, mi respiración se convirtió en un largo suspiro.  Temblaba ante su contacto mientras se guiaba hasta lo más profundo de mí ser, en un instante me había rendido completamente a él, como siempre había hecho, como siempre iba a hacer. En un intenso forcejeo, sin dejar de poseer mi boca, me hizo tambalearme hacia atrás y entonces me reclamó. Mi cuerpo se tensó alrededor del suyo mientras pedía una liberación que pudiese eliminar...