Ir al contenido principal

All you want 2.

Pet presionó una vez más contra ella, dejando entrar la punta de su pene sólo un segundo. 


Alma lo sintió dentro y jadeó de nuevo. Sabía cómo darle placer. 


Una vez fuera, la dejó sentada sobre él.


-¿Por dónde íbamos? -Preguntó con una sensual y traviesa sonrisa. 


-Ah, ya me acuerdo –se contestó a sí mismo, colocándose en la entrada de su vagina y penetrándola de nuevo sólo con la punta. 


-Justo por aquí ¿no?



Alma le sostuvo la mirada, rezando para que no viese en ella todo lo que le estaba haciendo sentir. Eso la hacía vulnerable, pero un sexo tan bueno como el que le estaba dando aquel hombre no lo había tenido en su vida, y eso que en realidad no habían empezado. Pensaba que ya lo había vivido todo, pero la vida le regalaba una experiencia más. Pet la besó, mientras profundizaba la penetración muy lentamente, haciendo que temblara entre sus brazos.



-Si no quieres que siga, dilo ahora. -Susurró, intentando que no se notara la ansiedad que sentía por terminar lo que había empezado.


-Sigue, no pares. -Casi le rogó



Dicho y hecho. Pet entró del todo en ella y comenzó a embestirla, primero despacio, entrando hasta el fondo y saliendo casi en su totalidad, para que lo sintiera en todo su esplendor, varias veces hasta que ya no pudo más y lamió sus pechos para después penetrarla más duro, más rápido, hasta que notó cómo Alma se perdía en el orgasmo y, por primera vez, él no necesitaba pensar en otra mujer para llegar al clímax. La atracción que sentían era mutua y los pilló a ambos por sorpresa. Pet había tenido relaciones con muchas mujeres muy diferentes en los últimos tiempos y sabía que algo especial había en ella, porque nunca había experimentado nada parecido... Estaba desconcertado.



La compenetración era perfecta, él sabía lo que ella necesitaba y se adelantaba... Si aquella creencia popular de que cada uno tiene su media naranja era cierta, con toda probabilidad ellos eran la del otro, o al menos la pareja sexual perfecta. Jamás lo hubiesen imaginado.









Entradas populares de este blog

Vuelo en Escala 2.

Llegamos al hotel y mientras subíamos a nuestras respetivas habitaciones no dejábamos de mirarnos a los ojos, de pronto y con una pausada sonrisa que hace estremecer todo mi cuerpo, me atrapa con sus manos y vamos cuesta abajo, nos besamos y abrazamos entre risas. Al entrar a la habitación, lo único que miramos es donde está la cama, a la porra todo lo demás. De inmediato siento sus manos que me desnudan y me acarician a la vez, mordiéndonos y besándonos mientras nos miramos, sacándole la camisa desabrochando su pantalón, notando sus manos bajo mi vestido, bajo mis bragas… manos rápidas que me excitan, que me hacen gemir, manos fuertes que me hacen vibrar como nunca antes me había pasado. Caemos sobre la cama desnudos, ansiosos, tocándonos, acariciándonos… cae sobre mi cuerpo y mis piernas enlazan su cintura, ahora no podemos contenernos y lo quiero dentro, su miembro se frota en mi sexo y me penetra de golpe haciéndome gemir, se mueve rápido dentro de mí, estoy completamente a su merc...

Return 2.

Hablaron por todo lo que habían pasado ambos, sobre las relaciones que había tenido Iron y Tere no quedó muy conforme. De repente él le agarra de la mano y acercándola la besó.  - Confía en mí, ninguna de ellas podía compararse contigo Tere. -respondió con sinceridad, su voz ronca y una profunda resonancia para sus propios oídos.  Tere se lamió los labios, retirando la mano de su boca. Ella se inclinó y apretó la boca a la suya. Era como un arma de fuego en el cuerpo de Iron. El entrelazó sus brazos, su mano se deslizo bajo el cabello de su cuello. Iron inclinó su boca sobre la suya con un gruñido hambriento, salvaje. Ella gemía desde la parte baja de la garganta y separó los labios para él. Probó calor y dulzura contra de su lengua. Iron la quería sin ropa, quería su piel desnuda en sus manos y frotarla contra él. Quería que sus piernas se separaran, su enorme verga dentro de ella y sus gemidos y suspiros resonando en sus oídos. Por el momento, era todo lo que podía pen...

Universe 2.

 Y ahí está esperándome de nuevo.. qué ganas de besarle y nos fundimos de nuevo en un abrazo que sólo él sabe dar. Porque sé que en el momento menos pensado sentiré tu clavada fuerte y eso es lo que más deseo que me tomes así, que entres en mí de golpe sentir que no hay nada y que de pronto estoy llena de ti. Siento tus manos apretándome, frotándome, tus dedos entran en mi sexo y mis manos se clavan en tus muslos apoyándome en ellos, cabalgando sobre ti, sintiendo en mi nuca tu aliento y tus mordiscos. Cada vez me frotas más fuerte y quiero explotar esta primera vez rápido, desde que hemos entrado en la habitación no ha cesado ese hormigueo y tengo urgencia de sentirlo, de mojar tus dedos, de correrme sintiendo tu respiración en mi oído. Mi cuerpo se retuerce, se balancea hacia delante para acabar con mi espalda pegada a tu pecho intentando recobrar la respiración, algo que resulta muy difícil porque lejos de pararte sigues clavándote con ansia dentro de mi sexo, sólo que has aprov...